Teatro musical

Como herramienta de integración social

Históricamente el teatro ha sido reconocido como un medio educativo. Siglo por siglo, nación tras nación, cultura tras cultura, encontraríamos ejemplos de las distintas maneras en las que el teatro ha sido utilizado para educar, informar, inspirar, y entretener. Sin embargo, la diferencia es que hoy día se han encontrado otras aplicaciones que satisfacen la búsqueda de alternativas para formar integralmente al ser humano.

En diferentes paises, así como en diferentes lugares de nuestro país, se están poniendo en marcha proyectos culturales para jóvenes que hacen uso de las artes escénicas para combatir la violencia en las aulas, la rebeldía y la marginación social.

La eficacia terapéutica de estas prácticas se revaloriza cada vez más en la psicoterapia moderna, donde está demostrado que la ritualización de la experiencia cotidiana mediante la música y las artes escénicas, tienen efectos transformadores.

«En la antigua Grecia, los cultos dionisíacos utilizaban la música y el ritual como medio de integrar la violencia y el deseo en la personalidad total del individuo. Como Orfeo aplacaba a los animales salvajes con su música, los rituales dionisíacos pretendían domesticar e integrar armoniosamente los ávidos animales salvajes y las ávidas furias del interior del ser humano».

Y aunque en algunos sectores, el poder de las artes escénicas está infravalorado, todavía existen ejemplos de gente que cree en el beneficio de practicar actividades artísticas, un medio excelente para educar que complementa y refuerza la labor del profesorado.

No hace mucho, se puso en marcha un interesante proyecto europeo: El Moving, que promueve la inclusión social a través de las artes escénicas y que se realiza en tres países paralelamente. El momentos culminantes de este proyecto, es aquel en que los grupos de teatro ponen en común su proyecto escénico y todo lo aprendido.

Este proyecto se lleva a cabo de forma simultánea en otras dos ciudades, en Italia e Inglaterra, trabajando con chavales que se encuentran fuera del sistema educativo o laboral. A través de las artes escénicas persiguen el objetivo de fortalecer sus aptitudes sociales y hacerlos partícipes de una actividad colectiva y constructiva.

Se ha demostrado también que con las practicas escénicas, además de estimular el desarrollo del intelecto, también se cultiva la inteligencia emocional y la creatividad. Además, las técnicas dramáticas favorecen la participación activa de los jóvenes porque el aprendizaje, se vuelve lúdico y distendido.

La dramatización en la educación no busca formar actores profesionales ni producir obras de teatro; en otras palabras, el drama es un medio y no un fin. El objetivo del teatro es invitar al estudiante a que aprenda y descubra el camino hacia el conocimiento de sí mismo y del mundo.

Objetivos

  • Descubrir a los demás y a sí mismo mediante el juego escénico e integrarse al grupo.
  • Conseguir el desbloqueo emocional a través del movimiento, del sonido y del desarrollo emocional.
  • Expresarse oral, corporal y gestualmente con fluidez y desenvoltura.
  • Conocer su cuerpo y sus posibilidades expresivas y lograr plasticidad de movimientos.
  • Acrecentar la imaginación e internalizar imágenes sensoriales.
  • Desinhibirse y modificar conductas estereotipadas.
  • Expresarse oral, corporal y gestualmente con fluidez y desenvoltura.
  • Lograr una correcta pronunciación y enriquecer el vocabulario.
  • Emitir correctamente la voz.
  • Comprender la importancia de la crítica y la autocrítica.
  • Tomar conciencia de su evolución en el manejo corporal y emocional a partir de improvisaciones pautadas.
  • Desarrollar su capacidad de observación y análisis de la realidad que lo rodea.
  • Caracterizar personajes a través de asumir diferentes roles sociales.