Hablar en público

» En clase, cuando tengo que hablar en voz alta delante de los demás me entra pánico…. La noche antes de exponer el trabajo no pude dormir. Y minutos antes, me latía el corazón a mil, me sudaban las manos y me temblaba todo el cuerpo…. Temo hacer el ridículo ante los demás, qué pensarán y dirán de mí y prefiero callarme…»

«La clave del éxito profesional y social radica en la habilidad para transmitir ideas»

El éxito de una persona depende en gran medida de su capacidad de comunicar sentimientos, de transmitir ideas o de proponer proyectos. Las empresas buscan a personas que transmitan lo que son y contagien ilusión.

Es fundamental saber hablar en público, a muchas o a pocas personas, en una negociación, en una entrevista, en un examen oral y una de las premisas es que uno no nace sabiendo hablar, ¡sino que aprende! En cualquier actividad que se emprende, siempre se puede mejorar. Ya decía Virgilio que «rara vez sabemos de qué somos capaces hasta que nos ponemos a ello».

Muchos personajes de nuestra historia coinciden en lo importante que es saber expresarse. Aristóteles decía que «la habilidad de exponer una idea es tan importante como la idea misma»; y el propio Shakespeare narraba que «era bueno mejorar un poco el arte del buen hablar, no sea que se pierda la fortuna».

En el mundo actual, el dominio de la expresión oral no es un lujo, sino la herramienta imprescindible para el trabajo y para las relaciones. En cualquier situación, el que sabe comunicarse tiene un valor añadido: La imagen propia, y la de la empresa o institución que representa, se ponen en juego a la hora de tomar la palabra.

El dominio de la expresión en público confiere una gran seguridad personal; ayuda a vencer la timidez, que cierra tantas posibilidades en la vida; actúa como una verdadera psicoterapia, superadora de complejos y limitaciones; mejora el carácter; aumenta la vitalidad; produce una gratificante sensación de libertad.

Objetivos

1.- Fortalecer la propia personalidad, mediante la máxima autoestima, como base de la comunicación eficaz.

2.- Pasar, del miedo, al placer escénico.

3.- Captar y mantener la atención de los oyentes.

4.- Organizar metódicamente las ideas.

5.- Confeccionar adecuadamente un guión.

6.- Dominar las modalidades de improvisación de la palabra, de memorización y de lectura eficaz.

7.- Dirigir y controlar los coloquios.

8.- Resolver las cuestiones escenográficas propias de la oratoria en público, en radio y en TV.

9.- Incrementar las posibilidades de éxito, de influencia y de liderazgo social.