Pintar, hacer esculturas, colorear, dibujar, realizar un collage entre otras, son actividades que tienen un doble beneficio. Primero: son actividades divertidas y gratificantes, incluso si la persona que participa no le ha interesado nunca las artes plásticas, de repente disfruta realizando un dibujo abstracto, una escultura con diferentes materiales o haciendo animales con plastilina o o simplemente dibujando o moldeando de forma libre.
Sin embargo, el arte no solo divierte, sino que también puede tener una serie de beneficios secundarios. A menudo se cita que las terapias basadas en artes plásticas pueden ser de gran beneficio para personas con dificultades de motricidad fina, procesamiento espacial, atención, planificación y secuencias (Malchiodi, 2012). Se considera también que las artes plásticas y las terapias basadas en esta actividad pueden ayudar en aspectos socioemocionales, como por ejemplo, la exploración emocional, el conocimiento del “yo” y la autoexploración en personas con problemas de aprendizaje (Freilich & Shechtman, 2010). En este aspecto también se considera que la terapia con arte puede incrementar el sentimiento de control y a su vez proporcionar una herramienta de expresión para las personas que no pueden hacerlo de otra manera. (Malchiodi, 2012).
El arte permite liberar la subjetividad, se puede utilizar para la resolución de conflictos, poniendo el énfasis en que se trata de una experiencia individual, pero con la posibilidad de crear lazos de comunicación con los iguales. La sensibilidad artística permite a la persona expresarse tal cual es, sin los efectos del orden social.
Objetivos
Facilitar la integración social a través del arte, ya que cada persona aporta su visión y su manera de relacionarse con los materiales que se les proporciona: colores, plastilinas, cartulinas, etc.
Potenciar la creación espontánea, sin importar el grado de pericia plástica, con un objetivo más bien expresivo.
Favorecer la comunicación y la expresividad
Mejorar la autoestima
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